Llegar a fin de mes y tener problemas para pagar a tus colegas, es quizás una de las situaciones que a todas luces queremos evitar. En ese caso, sentimos que claramente tenemos un problema y no estamos generando lo suficiente para ser sustentables en el tiempo. En el caso inverso, en que la cuenta corriente aguanta sin problemas los pagos mes a mes, probablemente nos regocijamos que todo anda bien. Pero… ¿es esto correcto?
Aún cuando te resulte extraño, el tener dinero a fin de mes no asegura que nuestra clínica odontológica es rentable; y el no tener la solvencia necesaria tampoco es un indicador de que estamos perdiendo dinero. Esto se debe a dos conceptos que cada odontólogo debe incorporar en la gestión de su clínica dental: los conceptos de ingreso y de flujo de caja.
Los ingresos equivalen a prestaciones que aportan dinero a la clínica dental (es decir, se contabilizan al momento de que se realizó el servicio odontológico). Por otra parte, el flujo de caja se relaciona con el momento en que ingresó el dinero a la clínica. Lo normal, es que ingresos y flujos de caja no coincidan, lo que puede generar confusiones. Imaginemos el caso del Dr. Javier: El mes pasado realizó prestaciones (ingresos) por $100, y sus costos totales fueron de $40. Es decir, este mes fue muy bueno porque le dejó una utilidad de $60. No obstante, al Dr. Javier le pagaron en 4 cheques, por lo que a fin de mes sólo habrá cobrado $25 (flujo de caja). Esto traerá aparejado que no habrá solvencia, pudiendo llegar a la conclusión errónea que la clínica no es realmente sustentable, cuando en realidad sí lo es.
¿Qué podemos hacer para tomar decisiones correctas y cómo saber si mi centro dental es rentable?
Separar los ingresos y los gastos de manera mensual, lo que ayuda a entender el margen de la clínica.
- Contabilizar los ingresos futuros y asignarlos al mes en que fueron generados. Es fácil creer que tuvimos un buen mes, cuando la mayor parte del ingreso vino de la cobranza de prestaciones anteriores, y no de lo que se hizo este período.
- Buscar mecanismos para disminuir el período promedio de cobro, y con ello acortar el flujo de caja. Para esto se pueden aplicar políticas de descuento de pronto pago ó aceptar cheques/cuotas cuando el monto total alcanza un mínimo de dinero.
Si te interesa saber más o quieres que te ayudemos a través de un proceso de asesoría, no dudes en contactarnos.
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